La mujer del espejo, el fantasma del que me enamoré

Miro directamente al espejo, me enfoco en mis pupilas y poco a poco todo lo que percibo es manipulable.
Puedo tener el cabello largo, cambiar la forma de mi rostro o el tamaño de mis ojos y dibujarme una sonrisa para terminar con una imagen que me hace sentir totalmente cómodo y en paz. Crear un fantasma, enamorarme de la sensación.
Cambiar el fondo, agregarle una historia en Paris, vivir ahí, en ese edificio. Agregándole un diálogo y una voz me pierdo en esa realidad…
!Es una farza!, expresa esa voz como parte del diálogo. Le abrazo, le beso, !no!, no lo es, aquí estás y tú… Tu es très jolie

Esta entrada fue publicada en lineas locas. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario